jueves, 9 de enero de 2014

Queridos Reyes Magos....

Ilusión,magia,alegría,nervios...
Sensaciones maravillosas las que puede llegar a sentir un niño en una noche de reyes. Sensaciones que nunca más podrá sentir tan intensamente como en esa etapa  maravillosa que es la infancia. Mirarles a los ojos, ver esa luz, esa ilusión desbordada cuando ven los brillantes papeles de colores que envuelven en ocasiones hasta objetos a los que quizá ni vuelvan a hacer caso. Pero esa mirada...Es ver la inocencia con la que nacemos, la carencia de prejuicios por mostrar nuestros sentimientos, expresarlos a flor de piel para quien los quiera ver y disfrutar...Sin escondernos de nada ni de nadie...siendo transparentes...riendo...con los ojos brillando a más no poder, agitando los brazos,moviéndonos nerviosos, rompiendo los envoltorios...
Ver como aparece ese barco de "Playmovil" que recordaremos toda la vida, esa "Nancy", ese piano, ese balón, que veremos eternamente en lo que fue nuestro cuarto de los sueños en casa de nuestros padres. Ir de visita, mirarlo, observar cada detalle una y otra vez y acordarse de esa noche mágica en la que nuestros queridos Reyes a quienes dejábamos algo de beber y de comer nos trajeron ese regalo tan soñado. Esas noches sin ir al baño por miedo a encontrarles a ellos, a nuestros queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, a quienes paradójicamente no podíamos ir a saludar y a decirles todo lo que les queríamos porque era interrumpirles su trabajo y nos quedaríamos además sin regalos...
Hoy, muchos años después y siendo padres, nos volvemos a emocionar cuando pasa la Cabalgata, cuando volvemos a ser niños por un momento y nos vienen numerosos recuerdos de la infancia, de nuestros padres, de lo que hacían por nosotros, de ese pequeño "engaño" tan maravilloso que nos hacía creer por un momento que este mundo tenía algo mágico. Creer en la bondad, en la buena fé,en la recompensa al buen comportamiento en un mundo controlado por seres mayores en el que todos estos valores brillan por su ausencia.
Se crea o no se crea en la Navidad, o en una religión, hay momentos que aun fuera de todo este contexto un niño debería tener. Nunca el tener una recompensa por un buen comportamiento, ni el generar semejante ilusión a un ser tan inocente puede tener una lectura negativa. La experiencia, la recuerde cuando la recuerde, siempre seguirá siendo realmente maravillosa...


No hay comentarios:

Publicar un comentario